viernes, 18 de diciembre de 2009

COMPARTIR PISO: MANUAL DE SUPERVIVENCIA (II)


Continuando con nuestro MANUAL DE SUPERVIVENCIA para todos aquellos que comenzáis la aventura de vivir en un piso de alquiler, os recomendamos algunos sitios web interesantes donde podréis conseguir “por la cara” todo tipo de cosas.

Seguramente ya conozcáis alguna de estas páginas, o incluso alguna más que aquí no aparezca… Ya sabéis, son páginas desde las que podéis acceder a multitud de ofertas y muestras gratuitas de diferentes productos. No es el negocio del siglo, pero seguro que os sirven para poder subsistir en épocas de bajo presupuesto, contribuir a la compra común que algunos haréis con vuestros compañeros de piso e incluso probar alguna cosa rara que no sabíais ni que existía…

Podréis encontrar de todo: desde maquinillas de afeitar, colonias, cremas, café, crema de cacao… hasta detergente, papel Albal… Hay alguna más original que incluso os puede servir como regalo (esta época del año es muy mala y hay mucho gasto): camisetas, bolas ecológicas para la lavadora, manteles japoneses…
Arrendatario Precario

jueves, 17 de diciembre de 2009

LOS INQUILINOS OS DESEAN… ¡FELICES FIESTAS!

Queridos compañeros y compañeras de piso, desde Compartir piso y no morir en el intento os deseamos una muy FELIZ NAVIDAD.

Aprovechamos para mandaros un enlace desde el que podréis felicitar, de manera personalizada y diferente (es cojonudo), a vuestros compañeros, caseros, vecinos, amigos… Esperamos que os guste.




La vecina del Quinto y Arrendatario Precario

domingo, 13 de diciembre de 2009

Y CON EL... LLEGO EL ESCANDALO...

Si ya lo decía Sabina… “no faltó ni el desfile de moda de ropa interior”. Y cierto… en casa nos pudimos deleitar durante casi 8 años de ese espectáculo tan… excitante, gracias a un generoso y desinhibido compañero de piso.

Sé que no es fácil, pero intentad imaginaros a un Boris Izaguirre (por cierto, tenía cierto parecido con el susodicho), barrigón y lleno de pelos, paseándose en gallumbos a todas horas cual top model por tu casa.

Los principios fueron duros, más que nada por el tipo de calzoncillos. Los abanderado de toda la vida que usa mi padre, así… tipo Homer Simpson. Oye, que cada uno viste como quiere, eh? Pero hijo, no sé… siempre lucen más unos Calvin.

Con el paso del tiempo la colección se fue renovando y sufriendo el desgaste del uso … calzoncillos de Superman, calzoncillos semitransparentes (unos por el tipo de tejido y otros porque estaban más desgastados que la piedra de un afilador) y otros, siguiendo la moda primavera-verano, con unos agujeros que supongo ayudaban a mantener la zona hiperventilada.

A todo esto, como en todo buen desfile, no faltaban los complementos… Cuáles? os preguntaréis… pues unos zapatos (sí, sí… ZAPATOS!!) con sus correspondientes calcetines… que al menos eran negros. De vez en cuando y cuando el frío apretaba mucho, se ponía una camiseta con más lámparas que el Iluminalia y con unos chinazos tan grandes que te cabía el dedo.

Pudor?? Él no conocía el significado de esa palabreja. Hasta la pelusilla del ombligo la mostraba con orgullo… Es complicado que tu retina se acostumbre a esa visión, incluso después de 8 años.

Ahora… lígate a un tío y súbelo a casa sin que huya despavorido...

La Vecina del Quinto

domingo, 6 de diciembre de 2009

COMPARTIR BAÑO… CON UNA CHICA

Cuando eres chico y entre tus compañeros de piso hay una o varias chicas, el baño se convierte en un mundo aparte… Es como una de esas tiendas que algunos denominamos “tiendas de movidas”… De las que tienen cosas verdaderamente inútiles, pero muy chulas. No te comprarías nada de lo que hay, pero siempre acudes a ellas cuando necesitas hacer un regalo.

Un baño compartido con una tía es similar. Entras y te encuentras rodeado de un montón de botes de todos los tamaños, colores y formas… Hay toallas, esponjas, algodones, cajas, frascos… Y en una esquina, en un oscuro y tenebroso rincón de la estantería, casi imperceptible para el ojo humano, encontramos apelotonados un bote de espuma de afeitar, una cuchilla, un desodorante y un cepillo de dientes… el kit básico de higiene personal de cualquier tio.

Un día me metí en la ducha y le dije a mi compañera de piso que le cogía un poco de gel. El mío lo había acabado el día anterior. Al rato, tuve que salir para preguntarle cual exactamente de toda la tropa de botes que tenía era el gel… porque, según iba leyendo, parecía que me iba a aliñar en vez de a duchar… que si aceite de jojoba, que si leche de coco, que si frutas del bosque, que si limón, aguacate y mango…

Mañana me pasare por la frutería para compensar a mi compañera de piso. Pillaré cuarto y mitad de papayas para pieles secas y un kilo de kiwis con acondicionador incorporado.

Arrendatario precario